Aburridos y rodeados de tecnología: así se imaginó Isaac Asimov el año 2014 en 1964


Bienvenidos todos al 2014. Con cada comienzo de año llegan las buenos propósitos y las reflexiones sobre las metas que querríamos conseguir en los próximos meses. Este artículo es una mirada en dirección contraria, concretamente hasta 1964, momento en el que Isaac Asimov se imaginó cómo sería el futuro 50 años más tarde.

Asimov, escritor y bioquímico soviético nacionalizado en Estados Unidos, es responsable de algunas de las obras más importantes e influyentes de ciencia ficción del siglo pasado. Tras su visita a la Feria Universal de Nueva York en 1964, escribió un artículo para New York Times en el que se imaginaba cómo sería la vida de los humanos en 2014, veamos que coincidencias o diferencias encontramos.

Cavernas digitales


Asimov comienza hablando de en 2014 los humanos "continuarán su huída de la naturaleza a favor de crear un ambiente que les convenga mejor". Hace especial hincapié en el uso de la luz, la cual tendría un papel importante en techos y paredes con gran variedad de colores, pudiendo interactuar con ellas mediante botones.

Por el momento, las paredes y techos luminosos aún no se han extendido. Lo que si es cierto es que la luz, los colores y la creación de ambientes han ido ganando importancia con el paso de los años, algo que se puede comprobar con productos como las bombillas inteligentes "Hue" de Philips o el sistema Ambilight.

Siguiendo con este planteamiento, se imagina unas ventanas inteligentes capaces de alterar su opacidad automáticamente para protegerse de la luz solar y aprovecharla al mismo tiempo. Aquí vemos que ha acertado de pleno, ya que hace unos meses os hablábamos de un nuevo compuesto, desarrollado por investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, consiguiendo lo que Asimov planteaba.

Siguiendo con esa huída, los humanos "se refugiarían" en casas subterráneas, "pudiendo elegir la temperatura, alejados de las vicisitudes del clima y con aire y luz controlada". Esta visión es más cercana a Minecraft que a la realidad, por el momento, donde la tendencia sigue siendo construir "lo más alto" posible.

En 1964 ya hace mención de los televisores 3D, las cuales serán colgadas en la pared y sustituirán a los modelos "estándar". Como vemos, el bioquímico soviético acierta al imaginarse un diseño "sin marcos", el cual ocupa un lugar privilegiado en las paredes de la vivienda.

Robótica y ayuda a los humanos


El hombre inventó las máquinas para que le ayuden a realizar más cómodamente ciertas tareas, llegando a sustituirlo completamente en muchísimas acciones. Asimov, se imagina un futuro en el que robots preparan la comida automáticamente, algo que está cada vez más cerca de la realidad, ya que hace unos días os hablábamos de una impresora 3D capaz de crear recetas por capas, la cual será presentada a mediados de este año. 
De todos modos, afirma que existiría un pequeño espacio de la cocina en la que poder preparar los alimentos "a mano".

De todos modos, afirma que en 2014 "los robots no serán comunes ni funcionarán bien", llegando a presentarse unidades que son capaces de operar de "criadas" o jardineros. Seguramente, a Asimov le gustaría ver las aspiradoras actuales que son capaces de limpiar el suelo de la vivienda sin necesidad de guiarla por el domicilio. Algo que también coincide con su visión "inalámbrica" de los productos.

La visión de Asimov de "robótica casera", capaz de ayudar a los humanos a realizar las tareas, vemos que se cumple en su mayor parte. Poco a poco vemos como surgen nuevos dispositivos capaces de realizar por sí mismos actividades domésticas en las que, hasta ahora, era necesaria la intervención humana. Esta "evolución" parece seguir viento en popa y poco a poco iremos viendo nuevos ayudantes artificiales en nuestras casas.

Viajes a Marte y comunicaciones


En otro acierto completo, Asimov afirma que en 2014 "naves sin tripulación aterrizarán en Marte, aunque ya se estaría pensando en una expedición tripulada". Aunque, por el momento, no existen planes concretos para llevar humanos al "planeta rojo", el robot Curiosity ya habría cumplido, con un poco de anterioridad, las imaginaciones del escritor.

Sobre las comunicaciones, Asimov se imagina un futuro en el que los humanos pueden interactuar con imagen y vídeo, algo que con la llegada de Internet se ha extendido: "la pantalla no sólo se usará para ver a la otra persona, también se podrán estudiar documentos y fotografías", "pudiendo comunicarse con cualquier punto de la Tierra" mediante satélite.

Aburrimiento


El escritor concluye con algo muy interesante: "la humanidad sufrirá terriblemente de aburrimiento, una enfermedad que se extenderá cada año y crecerá intensamente. Esto tendrá repercusiones mentales, emocionales y sociológicas muy serias, y me atrevo a decir que la psiquiatría será la especialidad médica más importante en 2014".

Es decir, Asimov concluye diciendo que todos esos "adelantos y comodidades" nos harán más infelices. Lo cierto es que el estrés y la cantidad de estímulos que recibimos hoy en día por parte de todos nuestros dispositivos hace que muchas veces te sientas insatisfecho con la realidad. Una especie de apetito insaciable que cada vez se hace más grande.

Para mí, es sin duda el punto más interesante de sus predicciones. Tiene un mérito extraordinario imaginarse todo ese panorama (el cual coincide en muchos puntos) en 1964, pero ser capaz de "acertar" con las consecuencias sociales que podría ocasionar me parece sorprendente. De todos modos, parece no haberse imaginado consecuencias tan negativas como el cambio climático, algo que seguramente acabe por despertarnos de ese "aburrimiento".

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