Los cinco pasos para migrar a la nube

El cloud computing es una de las tendencias predominantes en el mundo de la informática. Prácticamente todas las empresas comienzan a ofrecer servicios en la nube, por lo que es importante comenzar la migración hacia este tipo de servicios. Os contamos los cinco pasos que hay que seguir para conseguir que este proceso sea exitoso.

Microsoft presentó recientemente Office 365, su sistema de herramientas para la nube y a principios de semana HP anunciaba la apertura de un centro dedicado al cloud computing en China. La nube se está imponiendo en todos los ámbitos de la tecnología, por lo que la migración a estos servicios no puede retrasarse. En CloudTweaks han recogido los pasos que hay que seguir.


En primer lugar, es importante la preparación. Hay que identificar los objetivos del negocio y la forma de llevarlos a cabo. Para ello, lo mejor es recoger información de todas las áreas de la empresa que se vayan a ver afectadas por la migración.

Una vez hecho esto, se puede proceder al segundo paso en la lista de CloudTweaks, la evaluación del negocio y las aplicaciones, es decir, es el momento de preguntarse qué aplicaciones pueden moverse a la nube. Algunas, como herramientas de oficina, ya están disponibles y pueden utilizarse desde hace tiempo. Sin embargo, hay otro tipo de tareas que no deberían comenzar a desarrollarse en la nube de forma precipitada, como puede ser el almacenamiento de archivos o el correo electrónico.

Recientemente, un fallo de seguridad hizo que pudiese accederse al servicio de Dropbox con cualquier contraseña. Esto no quiere decir que todos los servicios de almacenamiento sean inseguros, ni mucho menos, simplemente que conviene elegir uno de confianza.

Este sería el tercer paso: elegir la empresa que proporcionará el servicio. Las opciones son muy variadas, por lo que es conveniente recoger información, tanto del vendedor como opiniones de usuarios del servicio antes de reducir el número de candidatos. Cuando las opciones se hayan reducido, se pueden tener en cuenta otro tipo de criterios (económicos, por ejemplo) que ayuden a decidir qué empresa se adapta mejor a nuestras necesidades.

En cualquier caso, siempre conviene estar preparado para lo peor y preparar un plan de ‘emergencia’ por si fallase alguno de los servicios. Lo más probable es que nunca tenga utilizarse, pero tampoco puede dañar que el cuarto paso sea tomar precauciones.

El quinto y último paso es, en realidad, el primero de una nueva era: el trabajo de mantenimiento. En esta etapa hay que comenzar a fomentar el trabajo con las nuevas herramientas. Además, hay que evaluar que se cumplen los objetivos y predicciones del primer paso, para, si no funciona, replantear la estrategia. Asimismo, se pueden buscar nuevas áreas para migrar a la nube con la experiencia acumulada y siguiendo los mismos pasos.

Fuente: TICBeat