La 'suite' Office cumple 25 años: el icono de Microsoft que nació en un Mac

La popular suite de ofimática de Microsoft, Office, celebra este 1 de agosto 25 años de vida. Se trata de su primer cumpleaños, ya que ese día de 1989 fue cuando se lanzó para Macintosh, y es que a Windows no llegó hasta el año siguiente. Resulta así más curioso que haya sido este año cuando ha aterrizado en el popular sistema operativo móvil de Apple.

Aunque Office y los programas que lo componen, como Word, Excel, PowerPoint y OneNote, ha estado siempre asociado al sistema operativo de Microsoft Windows, lo cierto es que en un primer momento la compañía estadounidense lanzó Office 1 para Mac, el ordenador de Steve Jobs, en 1989. Sin embargo, poco duró en la compañía de la manzana y Bill Gates lanzó el software para Windows el 19 de noviembre de 1990.

Office se convirtió en uno de los grandes valores de Windows en los años de hegemonía aplastante y sus formatos se convirtieron en el estándar, que fueron abrazando otras suites. Con el paso de los años, el sistema operativo de Microsoft perdió algo de peso, también lo hizo la sobremesa y, a su vez, lo hizo su software de ofimática.

Ahora es habitual utilizar programas open source, editores cloud pensados para navegador o aquellos que vengan preinstalados en dispositivos móviles, ya sean Android o iOS.

Durante años, Microsoft siguió confiando en el peso de Office para dar valor a su sistema operativo y se negó a exportarlo a otros ecosistemas. Lo integró en Windows 8 y Windows Phone, pero no lo quería ver en otros dispositivos móviles de la competencia. Sin embargo, en abril de este mismo año, Microsoft admitió que estaba dejando pasar una oportunidad en otros ecosistemas y lanzó Office para iOS.

Tampoco dejó de lado Microsoft a la incipiente computación en la nube, por la que tanto ha apostado en los últimos años. En 2011, lanzó Office 365, una solución cloud enfocada a empresas, con herramientas como herramientas Excel, Word, PowerPoint y Outlook. Nuevas estrategias para nuevos tiempos, en los que Office no es, ni mucho menos, la dueña y señora de la ofimática en dispositivos electrónicos como lo fue en el pasado.

Fuente: El Economista