Intelligence Management: un enfoque de gestión
Intelligence Management es un término que podríamos traducir
literalmente como “gestión inteligente” y que hace referencia al modo de
gestionar una organización o una problemática basado en el análisis de
la información y la “gestión del conocimiento” para obtener el mejor
resultado.
Intelligence Management es un enfoque de gestión
orientado a obtener un alto rendimiento de la gestión a nivel
corporativo, para lo cual se sistematiza un modelo de gestión que se
focaliza en los distintos aspectos de la gestión que son cruciales:
Core Business
En primer lugar es necesario conocer muy bien el “core business”
(modelo de negocio), es decir, saber cómo se genera negocio. Básicamente
son dos conceptos:
· qué vendemos y qué nos compran (debería ser lo mismo)
· cómo lo vendemos
Best Practices
El segundo punto sobre el que poner el foco son las “best practices”
(las mejores prácticas) tanto de la propia empresa como del sector.
Podemos encontrarlas en documentos, procedimientos y en personas, tanto
de la empresa como externas.
Variables y Procedimientos Clave
El tercer foco son las variables y procedimientos claves, que, en
definitiva, podemos traducir como lo realmente importante.
Sistematización de la Información
El cuarto foco que consideramos es la sistematización de la
información. Todas las empresas tienen sistemas informáticos y datos,
muchos datos. De hecho, muchas veces tenemos la sensación de que no
podemos ni siquiera echar un vistazo a todos los listados que pueden
salir del ordenador por falta de tiempo. Y sin embargo, también tenemos
la sensación de que aquello que queremos saber, no podemos saberlo o
resulta excesivamente costoso.
Disponemos de datos, que es la expresión
empírica de un hecho, pero carecemos de la información que es la
explicación y comprensión de ese dato.
Esto sucede porque hemos puesto el foco en la aplicación informática,
en el ERP, el CRM, el BI, etc. en lugar de ponerlo en el modelo de
gestión a implantar. Hablamos de parametrizar la aplicación y le
introducimos los clientes, los productos, los precios, etc. y, con ello,
podemos cursar pedidos, hacer facturas, etc. y disponemos de datos.
Pero, esos datos no explican cómo se consiguen las ventas o porqué un
producto se vende más que otro. Es necesario, por tanto, que la
herramienta que se incorpore tenga, no solo la “parametrización”
correspondiente sino el modelo de gestión que desarrollamos y que nos
hace comprender el negocio.
El Proceso de Toma de Decisiones
El último foco es el proceso de toma de decisiones o cómo se toman
las decisiones. Todos sabemos que con más frecuencia de la que
debiéramos, las decisiones no se toman con base en un análisis riguroso de
la información o según un proceso que nos lleve a la decisión más
adecuada. Estamos acostumbrados a basar nuestras decisiones en nuestra
percepción particular avalada por la mucha experiencia que acumulamos y,
de hecho, la mayoría de decisiones que así tomamos son buenas. Pero,
¿podría haber tomado una mejor decisión?, ¿una cuyo resultado fuera
mejor que el obtenido? Probablemente sí.
Texto original y completo en Gestiópolis