¿El periodismo independiente ha desaparecido?
Por Darío Dávila de Periodismo Indeleble
Veamos este escenario: el banco es el poder, el cliente es el periodismo y la independencia la inversión. Durante muchos años, decenas de empresas de comunicación en México y América Latina dejaron de invertir en la independencia.
Por el contrario, aceptaron préstamos y favores desde los más absurdos hasta lo más góticos: Regalos de navidad, comilonas por el día de la libertad de expresión, becas, vales de gasolina, viajes o giras de gobierno, posadas para periodistas organizadas por sindicatos y hasta bultos de cemento para construir algo.
Los ‘préstamos’ o dádivas que acepta el periodismo de parte del banco del poder, sólo limitan su independencia y libertad. Muy temprano cobran la factura: quién recibe favores vende libertad
¿Por qué los medios han dejado de invertir en la independencia?
Según el periodista colombiano Darío Restrepo, un reportero no independiente sería equivalente a un cirujano con el mal del Parkinson.
Algunos redacciones en América latina han educado a los periodistas jóvenes a comprar la agenda y razón del poder a cambio de negar las realidades ocultas. Otros han adoptado la palabra independencia como moda, no para ejercerla.
Es un urgente que los periodistas y sus empresas, se fuguen a la independencia.
Como periodista uno necesitar quitarse esos miedos y ser independiente para llegar a la verdad. Cuánta más verdad tiene uno, de más libertad dispone. La aritmética es simple pero efectiva: Independencia más verdad es igual a libertad.
Pero ejercer la independencia no es un asunto de batallas de los periodistas independientes contra los que no los son. Tampoco de buenos contra malos.
Los periodistas debemos a atrevernos a creer que sí es posible cambiar estas reglas del juego, pero desde adentro. Despertar desde adentro como reporteros para cambiar hacia fuera.
Es necesario fugarnos de ese terreno de las ruedas de prensa, las grabadoras en las bocas de los poderosos, las reacciones a la nota principal y la vigilancia absurda de edificios públicos.
Hay que meternos a los territorios de la independencia. Ahí donde se comparte conocimiento entre los periodistas, donde se corrigen errores y se exige a si mismo calidad y ética informativa en las historias.
Conviene pues invertirle más a la independencia, para estar más cerca de la verdad. ¿Qué decisión tomará usted mañana antes de salir a reportear sus historias?
Fuente: Clases de Periodismo