Todo sobre Windows Phone 8

Microsoft continúa en lo que bien podría considerarse su “temporada informal de anuncios”, pero en esta oportunidad no se trata exclusivamente de nuevo hardware como la tablet Surface, sino de la versión móvil de Windows. Al estar basado en Windows CE, Windows Phone cuenta con ciertas ventajas, pero también existen limitaciones serias frente a lo que son nuevas funciones, nuevos servicios y mejor hardware disponible. Con el objetivo de solucionar dichos puntos y asociar de forma más íntima al sistema operativo móvil con el desarrollo de Windows 8, Microsoft presentó a Windows Phone 8, extendiendo así su plan de “colocar a Windows en todas partes”.



Los sistemas operativos móviles son cada vez más complejos, no hay ninguna novedad allí. Atrás en la historia han quedado aquellos ejemplos de firmware casi imposible de actualizar, pero que contaban con una robustez muy difícil de igualar aún en estos días. Ahora tenemos smartphones que son verdaderos ordenadores de bolsillo. Núcleos múltiples, vídeo avanzado, varios métodos de conectividad y legiones enteras de aplicaciones son apenas algunos elementos dentro de un ecosistema que debe absorber rápidamente cualquier salto evolutivo. 

Teniendo todo esto en cuenta, y visto desde cierto ángulo, se podría llegar a la conclusión de que Windows Phone 7.5 necesita una actualización de alto nivel. Después de todo, está basado en Windows CE, un código muy conocido por la gente de Redmond, pero que ya lleva mucho tiempo entre nosotros.

De acuerdo con Microsoft, la respuesta a esta necesidad de actualizarse llega con Windows Phone 8. La primera frase que tomó vuelo en la presentación es “código compartido”. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente, Windows CE es reemplazado por tecnología presente en Windows 8. Tanto WP8 como Windows 8 tendrán un kernel compartido, pero esta no es la única asociación que habrá entre ambos. Varios elementos presentes en el sistema operativo mayor, desde seguridad hasta soporte extra de hardware, estarán presentes en Windows Phone 8 gracias a esta combinación. Los cambios de hardware más importantes son el soporte para núcleos múltiples (una deuda grande en WP 7.5), tres resoluciones en total (WVGA, WXGA y 720p, que irónicamente no tiene soporte en Metro bajo Windows 8), y el agregado del soporte para tarjetas MicroSD.

Internet Explorer 10

Otro ejemplo de la integración entre Windows Phone 8 y Windows 8 es nada menos que Internet Explorer 10. Microsoft promete duplicar el soporte HTML5, y entregar hasta cuatro veces el rendimiento JavaScript ofrecido hasta aquí, algo razonable si agregamos smartphones dual-core a la ecuación. Un detalle curioso es que Microsoft utilizó como referencia un puntaje basado en la prueba SunSpider. Internet Explorer 10 en Windows Phone 8 se ubica en el orden de los 1,250 milisegundos, contra los casi dos mil de Safari bajo iOS 6. Hablar de una “carrera de navegadores” en entornos móviles sería algo precipitado e ilógico debido a que cada navegador es ejecutado bajo una plataforma diferente, pero no está nada mal ver que los beneficios de velocidad que se lograron en los navegadores de escritorio comiencen a encontrar su camino hacia las plataformas móviles.

Otro punto muy caliente que ha estado ganando tracción entre los móviles en los últimos meses es el soporte NFC. Dicha tecnología parece estar en “su” momento, y Windows Phone 8 reconoce esto agregando soporte oficial. Además de transferir datos entre dos smartphones, el NFC obviamente se concentra sobre operaciones financieras, asociación de tarjetas de crédito y tarjetas de membresía a través de la nueva aplicación “Wallet”, que cumple el rol de billetero digital (y que su presencia dependerá del proveedor, cabe agregar). Otra adición a Windows Phone 8 es nada menos que Nokia Maps, incluyendo direcciones “giro a giro” y soporte offline. El sistema de mapas de Nokia ha sido uno de los puntos más reconocidos en el Lumia 900, y sería un gran error por parte de Redmond ignorar esto.

No había forma de que el anuncio de la modificación de la pantalla de inicio en Windows Phone 8 pudiera sorprendernos. Lógicamente, el estilo Metro domina de una punta a la otra, y cada usuario tendrá mayor flexibilidad de personalización, alterando el tamaño y la posición de cada bloque a su gusto. La aceleración de hardware está haciendo de las suyas aquí, y esto se debe al soporte nativo de DirectX (Direct3D) en el sistema, otro beneficio recibido de la integración del código. Este es un elemento particularmente atractivo para los desarrolladores que deseen trasladar sus juegos en versión de escritorio a un build compatible con Windows Phone 8.

Microsoft reafirma con Windows Phone 8 la importancia que tiene el entorno empresarial, y así es como encontramos elementos al estilo del “inicio seguro”, soporte para cifrado en el dispositivo, administración remota y el “Company Hub”, que le permitirá a una empresa controlar alertas, aplicaciones y otros elementos disponibles. Office también ha sido mencionado en la conferencia, por lo que Windows Phone 8 debería ser una opción a considerar por cualquier empresa. No sucede lo mismo con Windows 8, del cual se augura una recepción bastante fría debido a la interfaz Metro. Algo que definitivamente ha llamado la atención es la manera en que Microsoft ha integrado la telefonía por IP en el sistema operativo.

Prácticamente no habrá diferencias entre una llamada VoIP y una llamada convencional, ya que trabajarán bajo la misma interfaz. Las aplicaciones VoIP seguirán operando en segundo plano, y esto es algo que estará al alcance de cualquier desarrollador.

Como era de esperarse, la evolución tiene su precio, y Windows Phone 8 no es la excepción. Lo primero que un usuario de Windows Phone 7.5 piensa es si recibirá una actualización directa a WP8 en su dispositivo, y lamentablemente, la respuesta es no. En un intento por unificar entornos de la mejor forma posible, Microsoft ofrecerá a usuarios de WP 7.5 una actualización a Windows Phone 7.8, incorporando varios elementos de WP8, aunque ciertamente no todos. El fantasma de la fragmentación rápidamente se hizo presente, pero más allá de los miedos, no se podría considerar a esto una fragmentación “real”, ya que sería una relación casi parecida a la que mantienen Windows XP y Windows 7 hoy. ¿Por qué “casi” entonces? Las aplicaciones que sean creadas para Windows Phone 8 no podrán ser ejecutadas en dispositivos con Windows Phone 7.x, aunque las cien mil aplicaciones disponibles en el Marketplace funcionarán bajo WP8 sin inconvenientes. La decisión es comprensible, debido a que este cambio radical en Windows Phone necesita de hardware más sólido. Sin embargo, tiene un tacto pésimo. El Nokia Lumia 900 tiene apenas dos meses en el mercado, y a partir de hoy es un producto “legacy” que no puede recibir a WP8. No es buena información para estimular las ventas en los próximos meses.

Plataformas fusionadas

Y hablando de ventas, Microsoft mencionó a Nokia, Huawei, Samsung, HTC y Qualcomm (a través de su SoC Snapdragon MSM8960) como socios de primer orden para lanzar hardware compatible con Windows Phone 8. Todas las actualizaciones serán OTA (over-the-air), y los dispositivos recibirán actualizaciones durante un mínimo de 18 meses. Los primeros smartphones compatibles deberían hacer acto de presencia en el mercado durante el próximo otoño.
 
Redmond ha fusionado por completo a sus plataformas. Sea smartphone, tablet, portátil u ordenador, el usuario final encontrará esencialmente la misma tecnología en todos ellos. Por supuesto, quedan algunas dudas. Por un lado, no se ha dicho nada sobre consumo de energía. Por el otro, será necesario ver más de cerca la reacción de los proveedores ante la integración VoIP, a la que ven como un rival directo. La parte buena es que con Windows Phone 8, Microsoft no sólo introduce excelentes funciones, sino que corrige los errores más importantes y elimina las limitaciones más serias de Windows Phone 7.5. La parte mala es que la retrocompatibilidad de hardware vuela por los aires. Con Windows Phone 8 la situación debería ser mucho más estable, pero no pasará mucho tiempo antes que el precio y la disponibilidad comiencen a jugar su partido. Estaremos esperando.