Luces LED: qué son, ventajas y cuánto cuestan
Los leds (diodos emisores de luz)
están muy presentes en nuestras vidas, aunque no nos demos cuenta. Basta
con mirar la pantalla del reloj digital en la mesilla de la habitación.
Se encuentran en los carteles luminosos de la calle, en los semáforos
de las grandes ciudades, en las farolas de muchas avenidas, y en los
escaparates de las tiendas. Tienen leds las guirnaldas de luces del
jardín y la mini linterna que muchos llevamos en el bolsillo. También han sustituido a las lámparas tradicionales en los faros
de los automóviles de alta gama. Las pantallas gigantes de los
conciertos igualmente emplean leds RGB (rojos, verdes y azules) para
mostrar las imágenes. Muchos de los televisores LCD que están a la venta
usan retroluminación LED, al igual que muchos ordenadores portátiles
del mercado. Sin embargo, el LED no es un invento nuevo. Los primeros leds datan de principios de la década de los años sesenta del siglo pasado, y eran rojos.
El LED es una tecnología de estado sólido. En lugar
de emitir luz del vacío (como una bombilla incandescente) o de un gas
(como en una bombilla de bajo consumo de tipo fluorescente compacto), el
LED emite luz mediante un semiconductor. En su caso,
produce luz cuando los electrones se mueven dentro de su estructura de
semiconductor. Las principales ventajas del LED son el ahorro de energía y la larga vida útil.
Los focos y las bombillas LED son más eficientes que las bombillas de
bajo consumo convencionales de fluorescentes compactos (CFL). Además,
esas bombillas CFL están hechas de mercurio. Existen bombillas LED con
una duración de 50.000 horas.
Las aplicaciones del LED como fuente de iluminación
en un principio comenzaron en espacios públicos, para ir pasando
lentamente hacia los hogares.
Llegaron primero a los jardines de las
casas, como un método económico y eficiente de poner luz en las
entradas. Poco a poco, según los focos y las bombillas LED fueron
ganando potencia, comenzaron a introducirse en el ámbito doméstico.
Al principio el uso era como fuente secundaria de iluminación o como
herramientas de relajación o de creación de ambientes en la decoración.
Ahora bien, están tardando más en convencer a los consumidores como una
alternativa para sustituir las viejas bombillas de filamento en todos
los puntos de iluminación de la casa.
En la actualidad, es posible comprar bombillas LED
casi en cualquier ferretería o en cualquier gran superficie.
Prácticamente todas las marcas tradicionales de bombillas, incluyen
dentro de sus catálogos una línea de productos LED, como Philips u Osram. Hay otros fabricantes como Cree, GlacialTech, Bouled o Epistar,
entre otros. Se pueden instalar en lámparas con los casquillos más
habituales en los hogares. Al ser unos productos de reciente aparición,
los precios todavía resultan un poco caros, con respecto a sus equivalentes en bombillas de fluorescentes compactos (CFL) de prestaciones similares.
A la hora de elegirlas y compararlas, ya no basta con fijarse en el dato de la potencia en vatios (W), sino que hay que ver la luminosidad
que ofrecen, normalmente medida en lúmenes (lm). Por ejemplo, una
bombilla led de casquillo de tipo vela (E14) que consume 4 W y ofrece un
brillo de 250 lúmenes cuesta unos 35 euros (dura unas 25.000 horas).
Una bombilla esférica con casquillo normal (E27) de 9,5 W y 600 lúmenes
puede costar cerca de 25 euros y durar unas 15.000 horas. En ocasiones,
es posible elegir la temperatura de color del producto: luz de día o cálida.