Esta tarde se lanza el nuevo servicio de Kim Dotcom, 'Mega'
AUCKLAND.- Hace exactamente un año, el 19 de enero (20 de enero
en Nueva Zelanda), un operativo policial que incluyó a más de 60
funcionarios locales y dos helicópteros, irrumpió en la mansión que Kim
Dotcom y su familia ocupaban en las afueras de Auckland, Nueva Zelanda.
Confiscaron millones de dólares en bienes (incluyendo una decena de
autos), congelaron sus cuentas y cerraron su servicio de almacenamiento
de archivos, el popular Megaupload.
Hoy el alemán vuelve a la
carga, con el lanzamiento de su anunciado nuevo servicio Mega, una
versión renovada del producto que le significó ser el protagonista de
uno de los casos más sonados de protección de derechos de autor.
Mega
ofrecerá funciones similares al desaparecido servicio. Los usuarios
podrán crear cuentas, subir archivos y compartirlos. Las principales
innovaciones vienen por el lado de la seguridad, buscando proteger a los
ejecutivos de la compañía de cualquier riesgo de demanda y también a
los clientes. Al subir un archivo, Mega lo encriptará, entregando una
clave de acceso única al usuario. Si quiere compartir el archivo, deberá
entregarla. Ni los administradores del sitio ni la policía podrán
acceder a la información sin ella.
Mega también usa un sistema
de administración de archivos más avanzado, con un gestor de subidas y
descargas incluido y mejor distribución de la información en varios
servidores.
La espera de Dotcom
Pocos
productos están tan relacionados con su creador como Megaupload y Kim
Dotcom. Si antes el alemán era conocido por su cambio de nombre (nació
como Kim Schmitz pero lo cambió legalmente a "Dotcom" en 2005) y sus
inusuales videos promocionales de Megaupload, con incursiones en el rock
y el rap, ahora su nombre está relacionado a una importante batalla
legal que, con un año ya transcurrido, parece no tener fin cercano.
Tras
su arresto en enero de 2013, la corte neozelandesa rechazó su libertad
bajo fianza, indicando que podría escapar en el helicóptero que tenía en
su mansión. Apenas dos semanas después fue liberado, ya que el juez estimó que
no había muchas opciones de escapar luego de que sus cuentas fueran
congeladas. A los pocos días surgió la petición oficial de extradición
de parte de Estados Unidos.
El Departamento de Justicia de
EE.UU. demanda a Dotcom por haber generado pérdidas de US$ 500 millones a
empresas de entretenimiento, incluyendo sellos musicales y estudios de
cine, generando ganancias personales de más de US$ 180 millones. Ese es
el dinero que habría usado para financiar su exagerado de estilo de
vida, rodeado de autos de lujo, armas y viviendo en la mansión más cara
de Nueva Zelanda junto a su esposa y sus cinco hijos.
Al poco
tiempo, el caso de los norteamericanos empezó a mostrar problemas.
Primero se demostró que las órdenes de incautación y los permisos para
el operativo no eran los correctos, por lo que la operación en la
mansión no debería haberse realizado. Después comenzaron los
cuestionamientos políticos y al trabajo de la policía. Incluso el
primer ministro de Nueva Zelanda le pidió disculpas a Dotcom por el
espionaje ilegal del que fue víctima en las semanas previas a su
arresto.
Finalmente, tras meses de espera, se retrasó la
audiencia de extradición de Dotcom (quien ya había tenido problemas
legales en Alemania por casos de hackeos y uso de información
privilegiada para compra y venta de acciones) inicialmente hasta marzo
de 2013 y posteriormente hasta agosto.