Animación suspendida, comienzan pruebas en humanos

Foto: Thinkstock/ GettyImages
Ya no es ciencia ficción, la vida de una persona se podrá ‘pausar’ para ganar tiempo y realizar procedimientos médicos complejos.
El sueño es poder suspender un cuerpo humano para evitar su muerte en tanto se resuelven las complicaciones médicas que le puedan salvar la vida. Esa es la idea presentada por la ciencia ficción, al menos, pero pronto veremos algo mucho más real ocurrir en los hospitales modernos.
Médicos en el Hospital Presbiteriano de Pittsburgh, Estados Unidos, obtuvieron la aprobación de la FDA para realizar pruebas de animación suspendida en seres humanos después de años de experimentación en animales. A diferencia de la animación suspendida de las películas, en este caso solo durará un par de horas y permitirá realizar procedimientos que serían imposibles en condiciones normales, lo cual podría salvar la vida a pacientes que de otra forma no tendrían esperanza de sobrevivir.
La técnica se llama ‘resucitación y preservación de emergencia‘ e implica disminuir la temperatura del paciente hasta los 10 grados Centígrados mediante una cánula insertada en a aorta. La cánula transporta una solución salina fría que disminuirá el flujo sanguíneo y evitará daño en los tejidos del cuerpo.
Las pruebas iniciales en cerdos permitieron salvar al 90% de los animales de heridas que hubieran sido mortales de no haber aplicado la técnica de resucitación y preservación de emergencia. Peter Rhee, quien dirigió el experimento, reportó en 2006 que ninguno de los animales salvados mostró secuelas físicas o cognitivas a partir del experimento.
De acuerdo al portal IFLscience.com, la técnica se aplicará a 10 pacientes humanos cuyas heridas sean mortales y se compararán los resultados con un grupo de control de 10 pacientes con heridas similares que no recibirán el tratamiento.
Por ahora, la animación suspendida no ha alcanzado el nivel que se espera para soportar años de viaje a otros planetas o para esperar en un tanque a que se curen todas las enfermedades, pero podría ser la última línea de batalla para salvar la vida a pacientes que no tendrían otra opción antes de morir.

Fuente: Tech & Bits