Huawei presenta Ascend P7, un móvil enfocado en el diseño, selfies y «groufies»
Tener uno de los «smartphones» más finos del mundo no es una simple cuestión de manías, ni se hace solo para poder decir «yo más que tú».
Tener uno de los «smartphones» más finos del mundo es, más bien, un
alarde de potencia tecnológica en toda regla. Es demostrar que se ha
sido capaz de miniaturizar todos los componentes electrónicos hasta
conseguir empaquetarlos en menos espacio que nadie. Es ser capaz de
diseñar antenas, circuitos, procesadores, cámaras, baterías y sensores
«a medida» y fuera de los estándares utilizados por el resto de la industria.
Y Huawei lo ha vuelto a hacer. Su anterior modelo, el Ascend P6, ya fue el «smartphone» más delgado del mundo hace ya un año,
con apenas 6,18 milímetros de grosor (el iPhone 5S, por ejemplo, tiene
7,6 milímetros). Y el nuevo buque insignia de la marca, el Ascend P7,
presentado este miércoles al mundo en París, vuelve a acercarse a ese
título con sus apenas 6,5 milímetros de grosor. Toda una hazaña técnica,
pues, para un terminal de gama alta y con una pantalla de 5 pulgadas.
La firma china eligió la capital del Sena para la
presentación. Allí se reunieron varios centenares de periodistas de todo
el mundo para el que será, sin duda, el evento más importante de Huawei
este año. Las cifras globales de la compañía llevan años creciendo a un
ritmo que se antoja difícil de parar. Su posición predominante en el
multimillonario mercado chino, es cierto, aún no se replica en el Viejo
Continente, pero el ritmo ascendente de la compañía hace presagiar un futuro realmente brillante para la marca.
Richard Yu,
presidente de la compañía, empezó recordando las cuatro millones de
unidades vendidas del Ascend P6 en todo el mundo, así como sus premios
internacionales. El reconocimiento de la marca Huawei, dijo Yu, ha
aumentado un 52% durante el último año, y nos hemos convertido en el tercer fabricante de móviles más importante del mundo.
Pero volvamos al Ascend P7. En cuanto a diseño, delgadez
incluida, el nuevo terminal de Huawei es claramente una continuación del
modelo anterior. Sobrio, elegante, buenos materiales, agradable de
sostener y con un aire y unas líneas que dejan ver enseguida que estamos
ante un modelo «premium».
Se presenta en tres colores, blanco, rosa y
negro. Siete micro capas superpuestas forman la cubierta trasera,
dándole un aspecto, una profundidad visual y un tacto únicos en su
género.
Es realmente un placer para los sentidos tenerlo en la
mano. Se trata, según el ejecutivo de la firma, de crear química con el
usuario. El ratio entre el tamaño de la pantalla, de 5 pulgadas, y el tamaño del terminal es el mayor de cualquier «smartphone», lo que significa que se ha podido colocar una gran pantalla
en un teléfono que apenas tiene bordes y que se sujeta perfectamente
con una sola mano, algo que no todos los últimos smartphones pueden
decir.
El procesador, fabricado por la propia Huawei, es de cuatro núcleos y tiene una velocidad de reloj de 1,8 GHz.
La batería, de 2.500 miliamperios, puede parecer algo corta si se
compara con la de otros terminales, pero Huawei lo compensa con una
tecnología propia que permite cerrar cualquier aplicación que este
corriendo en segundo plano. Y con la función ultra Power Saving, que
atenúa la pantalla, reduce las funciones al mínimo y permite , con
apenas un diez por ciento de batería, aguantar un día completo. Algo muy
parecido a la función de Ultra Ahorro anunciada por Samsung en su
último lanzamiento, el Galaxy S5.
La memoria RAM es de 2 GB, y la capacidad de
almacenamiento, 16 GB. El terminal es Dual SIM, es decir, admite el uso
de dos tarjetas de teléfono al mismo tiempo. Pero si no queremos usar el
espacio destinado a la segunda tarjeta SIM, podemos colocar en su
lugar, aunque en posición transversal, una tarjeta de memoria MicroSD. Una forma inteligente y original de aprovechar el espacio en un terminal tan delgado.
Groufies, una nueva palabra
Sorprende, entre muchas otras cosas, la presencia de una
cámara frontal de 8 megapíxeles, y con una lente esférica de 5 capas,
casi el doble de la de cualquier teléfono de la competencia. Lo cual
garantiza unos «selfies» con una calidad desconocida hasta ahora.
Una calidad que, además, y como ya hacia el anterior Ascend
P6, se puede mejorar por software con solo deslizar un dedo por una
barra que «aumenta la belleza» de la foto que acabamos de tomar. La
cámara, además, permite hacer «selfies panorámicos» o de grupo, que Huawei ha bautizado como «groufies», una nueva «palabra» que pretende crear una nueva categoría de auto fotografías.
La cámara trasera, por su parte, cuenta con un sensor de
13 megapíxeles y toda una serie de características sorprendentes. Por
ejemplo, la extraordinaria capacidad para tomar fotos perfectas en
cualquier condición de iluminación, incluso de noche,
algo que se consigue gracias a la incorporación del sensor de luz BSI
de cuarta generación de Sony. La pantalla, Full HD, tiene una resolución
de 1920x108 pixeles con una densidad de 445 pxeles por pulgada
realmente extraordinaria.
La función Ultra Snapshot,
que se activa haciendo doble clic en la tecla de bajada de volumen,
permite tener hecha una fotografía en apenas 1,2 segundos, un tiempo lo
suficientemente corto como para que no se escape ni un detalle. Otra
función novedosa, aunque ya se ha podido ver en otros terminales, es la
que hace posible hacer fotos que incorporen unos segundos de sonido.
En palabras de Yu, «este terminal redefine la experiencia
de usuario con un 'smartphone' y también la forma de hacer fotografías».
La capa de software que Huawei coloca sobre la última versión de
Android permite, además, hasta cien modos diferentes de personalizar la
pantalla de inicio, un camino que ya inició su predecesor.
Imágenes:
Gizmodo.com
Android.gopego.com
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Fuente: ABC/ Tecnología