Nueva batería que se carga en un minuto y no arde
Investigadores de la Universidad de Stanford han presentado una nueva batería que se recarga por completo en un minuto y que podría utilizarse para dispositivos de electrónica personal. El dispositivo soporta además hasta 7.500 ciclos (cargas) sin perder su capacidad de almacenamiento, frente a las 1.000 en las baterías convencionales. Gracias a esta cualidad, también será útil para almacenar volúmenes de energía mucho mayores, como los que requieren las grandes redes eléctricas.
El nuevo modelo, descrito en un artículo de la revista Nature, utiliza un ánodo de aluminio en lugar de litio y, según sus autores, evita por completo los problemas de inflamabilidad de algunas baterías basadas en ese elemento. Aunque algunos prototipos con litio han logrado evitarlo, las de uso corriente pueden arder y explotar, y algunas compañías aéreas han planteado su prohibición a bordo.
Además de esta mayor seguridad, sus autores presumen de que su sistema dotará de mayor estabilidad a la batería y evitará los apagados repentinos. Por las características físicas del aluminio, también podrá usarse en los futuros dispositivos flexibles.
Para el catedrático de Energía Electrónica de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) José Sánchez-Dehesa, autor de una patente para la transmisión de energía sin cables, este avance es "extraordinario". Aunque el uso de baterías que utilizan un ion de aluminio se remonta a 2013, lo novedoso del ingenio es su tiempo de carga y el uso de un catión basado en grafito poroso.
Aún no hay fecha prevista para su implantación y su uso comercial. La batería tiene un voltaje de 2 voltios, insuficiente por sí mismo para alimentar un móvil convencional, que precisa al menos 3.6 voltios. Por eso, según Sánchez-Dehesa, "sería imprescindible usar dos baterías o mejorar la capacidad del dispositivo actual". No obstante, supone un gran paso adelante no solo para quienes trabajan en baterías más eficientes sino para los grupos que, como el suyo, trabajan en la transmisión inalámbrica de energía: "Cuanto menos tiempo necesite el dispositivo para cargarse de energía desde su fuente, mejor".
Fuente: El País/ España/ Tecnología
El nuevo modelo, descrito en un artículo de la revista Nature, utiliza un ánodo de aluminio en lugar de litio y, según sus autores, evita por completo los problemas de inflamabilidad de algunas baterías basadas en ese elemento. Aunque algunos prototipos con litio han logrado evitarlo, las de uso corriente pueden arder y explotar, y algunas compañías aéreas han planteado su prohibición a bordo.
Además de esta mayor seguridad, sus autores presumen de que su sistema dotará de mayor estabilidad a la batería y evitará los apagados repentinos. Por las características físicas del aluminio, también podrá usarse en los futuros dispositivos flexibles.
Para el catedrático de Energía Electrónica de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) José Sánchez-Dehesa, autor de una patente para la transmisión de energía sin cables, este avance es "extraordinario". Aunque el uso de baterías que utilizan un ion de aluminio se remonta a 2013, lo novedoso del ingenio es su tiempo de carga y el uso de un catión basado en grafito poroso.
Aún no hay fecha prevista para su implantación y su uso comercial. La batería tiene un voltaje de 2 voltios, insuficiente por sí mismo para alimentar un móvil convencional, que precisa al menos 3.6 voltios. Por eso, según Sánchez-Dehesa, "sería imprescindible usar dos baterías o mejorar la capacidad del dispositivo actual". No obstante, supone un gran paso adelante no solo para quienes trabajan en baterías más eficientes sino para los grupos que, como el suyo, trabajan en la transmisión inalámbrica de energía: "Cuanto menos tiempo necesite el dispositivo para cargarse de energía desde su fuente, mejor".
Fuente: El País/ España/ Tecnología