Siete razones para no instalar Windows 10 el 29 de julio
Actualizar Windows 10, ¿sí o no?, esa es la cuestión.
El 29 de julio se perfila como uno de los días más importantes de la historia de Microsoft y aunque la expectación es enorme, para los usuarios menos avanzados parece una buena idea esperar para descargar e instalar la actualización del nuevo sistema operativo y no hacerlo inmediatamente.
Repasamos las razones por las que sería conveniente no descargar Windows 10 rápidamente:
Microsoft ha conseguido igualar la expectación que produce el lanzamiento de un nuevo iPhone, con las tradicionales colas que se forman delante de las tiendas el día del lanzamiento. La política de descarga gratuita para los usuarios de los sistemas actuales de Microsoft invita a pensar que algo así se producirá el 29 de julio, aunque de forma virtual, en el día del lanzamiento del nuevo Windows 10.
1- Llegar el primero no significa llegar mejor, así que para muchos usuarios no suena muy recomendable instalar el primer día el nuevo Windows 10. Para empezar, si el ordenador funciona sin problemas con Windows 7 o Windows 8 el día de antes eso quiere decir que no necesita urgentemente la actualización del sistema operativo.
2- Millones de personas querrán instalar la actualización el primer día. Según los últimos datos ya hay más de 500 millones de usuarios en cola y, por mucho que Microsoft hable de descarga escalonada, es previsible que durante las primeras horas se produzcan cortes, atascos y otros problemas durante la actualización
3- Aunque la versión de Windows 10 que se lanzará el 29 de julio ha pasado un largo período de pruebas, durante los primeros días probablemente aparezcan múltiples bugs que requerirán actualizaciones con parches, lo que puede suponer un auténtico dolor de cabeza para los usuarios menos avezados.
4- Como es natural, surgirán diversos problemas de compatibilidad. PC Mag explica que durante las últimas semanas se han multiplicado las sospechas de que Windows 10 no reconocerá algunas de las tarjetas gráficas de las más antiguas, instaladas hace años en ordenadores bajo Windows XP.
5- A medida que se descubran estos fallos se irán distribuyendo nuevos drivers, pero instalar Windows 10 el primer día quizás se traduzca en que el escáner o la impresora de toda la vida dejen de funcionar.
6- Pasará lo mismo con determinado software, especialmente al intentar instalar programas muy específicos -por ejemplo en el ámbito laboral- que necesiten un parche o actualización para trabajar con normalidad en el nuevo sistema operativo.
7- Por último, un nuevo sistema operativo siempre requiere un tiempo de adaptación. Y aunque Windows 10 promete ser altamente intuitivo no será una excepción ya que, por ejemplo, elimina de entrada algunos servicios tan populares entre el consumidor medio como el Windows Media Center.
Con todo esto, para el usuario medio parece sensato huir de la fiebre por el Windows 10 y dejar la instalación para más adelante ya que existe todo un año para actualizar de forma gratuita. Lo mejor es enfrentarse al proceso con tiempo suficiente y siendo consciente de que quizás sea necesario invertir en periféricos para que el nuevo Windows 10 funcione a la perfección.
Artículo completo en Computer Hoy
El 29 de julio se perfila como uno de los días más importantes de la historia de Microsoft y aunque la expectación es enorme, para los usuarios menos avanzados parece una buena idea esperar para descargar e instalar la actualización del nuevo sistema operativo y no hacerlo inmediatamente.
Repasamos las razones por las que sería conveniente no descargar Windows 10 rápidamente:
Microsoft ha conseguido igualar la expectación que produce el lanzamiento de un nuevo iPhone, con las tradicionales colas que se forman delante de las tiendas el día del lanzamiento. La política de descarga gratuita para los usuarios de los sistemas actuales de Microsoft invita a pensar que algo así se producirá el 29 de julio, aunque de forma virtual, en el día del lanzamiento del nuevo Windows 10.
1- Llegar el primero no significa llegar mejor, así que para muchos usuarios no suena muy recomendable instalar el primer día el nuevo Windows 10. Para empezar, si el ordenador funciona sin problemas con Windows 7 o Windows 8 el día de antes eso quiere decir que no necesita urgentemente la actualización del sistema operativo.
2- Millones de personas querrán instalar la actualización el primer día. Según los últimos datos ya hay más de 500 millones de usuarios en cola y, por mucho que Microsoft hable de descarga escalonada, es previsible que durante las primeras horas se produzcan cortes, atascos y otros problemas durante la actualización
3- Aunque la versión de Windows 10 que se lanzará el 29 de julio ha pasado un largo período de pruebas, durante los primeros días probablemente aparezcan múltiples bugs que requerirán actualizaciones con parches, lo que puede suponer un auténtico dolor de cabeza para los usuarios menos avezados.
4- Como es natural, surgirán diversos problemas de compatibilidad. PC Mag explica que durante las últimas semanas se han multiplicado las sospechas de que Windows 10 no reconocerá algunas de las tarjetas gráficas de las más antiguas, instaladas hace años en ordenadores bajo Windows XP.
5- A medida que se descubran estos fallos se irán distribuyendo nuevos drivers, pero instalar Windows 10 el primer día quizás se traduzca en que el escáner o la impresora de toda la vida dejen de funcionar.
6- Pasará lo mismo con determinado software, especialmente al intentar instalar programas muy específicos -por ejemplo en el ámbito laboral- que necesiten un parche o actualización para trabajar con normalidad en el nuevo sistema operativo.
7- Por último, un nuevo sistema operativo siempre requiere un tiempo de adaptación. Y aunque Windows 10 promete ser altamente intuitivo no será una excepción ya que, por ejemplo, elimina de entrada algunos servicios tan populares entre el consumidor medio como el Windows Media Center.
Con todo esto, para el usuario medio parece sensato huir de la fiebre por el Windows 10 y dejar la instalación para más adelante ya que existe todo un año para actualizar de forma gratuita. Lo mejor es enfrentarse al proceso con tiempo suficiente y siendo consciente de que quizás sea necesario invertir en periféricos para que el nuevo Windows 10 funcione a la perfección.
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